2014/09/20

Si Guadalajara fuera una mujer

Como seria?


     La imagino nocturna, delicada y silenciosa... como si un poema con versos imposibles de ilusiones y excentricidades ... Guadalajara es una dama - dueña de caballos, una bruma entre dedos somnolientos.


   Esto de estar aquí, en Guadalajara, parado por tanto tiempo es el laboratorio más interesante. He visto todas las clases de días que se pueden ver en cien años: nublados, claros y azules como hoy, fríos, demasiado cálidos; ha habido ruido ensordecedor, silencio sospechoso, viento que mueve y lluvia que alimenta. He visto pasar a muchos por mi lado: unos caminando, otros corriendo, otros se han quedado a vivir y se han ido después de algún tiempo. Unos han muerto justamente al pasar, mientras otros nacen y ven su primer día. He sentido la alegría de unos que conversan y cuentan la suerte que han tenido en poder llegar hasta aquí, mientras otros se quejan silenciosamente de la desgracia de haber vivido como lo hicieron. He visto insultos entre amigos, abrazos bañados de llanto entre quienes fuesen, otrora, enemigos. Me he asombrado al ver cómo se desechan con facilidad, y hasta con apremio enfermizo, criterios y modos de vida que antes fueron defendidos como nada, que fueron la estrella de navegación. He visto gente apurados en vivir, veloces en sentir, pero extrañamente sin saber qué, hacia adónde, con quién. Vi gente que botaba la hogaza de pan que traía en el bolsillo por un espejismo en el horizonte, y vi también cómo volvían años después a buscar, inútilmente, su hogaza ya consumida por alguien que pasó y la recogió. Muchos piensan que aquí es feo, árido, sin vida, pero yo creo que, después de tantos años, es vital, alimenticio. No sé si sea porque no puedo caminar y andar como esos otros lo han hecho, pero tampoco sé si se aprende más estando quieto, observando, que corriendo tanto para volver al mismo sitio. Es como escoger entre caminar en una laguna para sentir el paso del agua, en lugar de pararse en un río y sentir que el agua que corre a tu lado es toda la que puede pasar, toda la que puedes sentir.


No sé cuánto queda. No sé cuánto falta. Lo que me sigue emocionando, en medio de esta corteza vieja y seca, es que todavía hay cosas que me sorprenden, que me hacen sentir, o que, simplemente, me hacen recordar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario